Alzheimer y Parkinson: ¿Cuáles son las semejanzas y las diferencias entre ellas?

Aunque el Alzheimer y el Parkinson son enfermedades distintas, ambas son neurodegenerativas. Esto significa que las alteraciones que se producen en los cerebros de las personas afectadas conllevan un deterioro y pérdida progresiva de neuronas y una consecuente disminución de la autonomía en la vida cotidiana.

Las dos enfermedades conducen a una pérdida progresiva de autonomía y, por tanto, de dependencia de terceras personas. En ambos casos, pues, la figura del cuidador es clave. Además, aunque no sea muy frecuente, tampoco es excepcional que ambas enfermedades puedan presentarse conjuntamente, particularmente, en personas mayores.

A nivel neuropatológico y clínico, no obstante, las diferencias entre ambas son muchas. Vamos a conocerlas a continuación.

Síntomas del alzhéimer y del párkinson

SEMEJANZA: Ambas comparten algunos trastornos, como los problemas cognitivos de lenguaje, razonamiento o estado emocional.

DIFERENCIA: Aquí es donde más se puede observar que las enfermedades son muy diferentes, empezando por la aparición de la demencia. Siempre va aparejada al alzhéimer en fases tempranas, pero puede o no aparecer con el párkinson, y lo hace en fases muy avanzadas. Hay un tipo de demencia llamada enfermedad por cuerpos de Lewy que cursa con parkinsonismo y deterioro cognitivo ya desde el inicio. Además, muchos pacientes con demencia – Parkinson pueden presentar al mismo tiempo demencia tipo Alzheimer, sobre todo en edades avanzadas, algo demostrado en estudios anatomopatológicos.

Pérdida de autonomía y dependencia

Tanto con el Alzheimer como con el Parkinson se produce una pérdida progresiva de autonomía y, por lo tanto, aparece la dependencia de terceras personas. Las necesidades de ayuda, no obstante, son diferentes: las personas con Alzheimer precisan ayuda por los problemas cognitivos que presentan (memoria, razonamiento, lenguaje…), mientras que quienes padecen Parkinson la requieren, básicamente, por problemas relacionados con la movilidad (caminar, vestirse o bañarse). En el caso del Alzheimer no es necesaria la ayuda para funciones relacionadas con aspectos como el vestirse y el aseo hasta fases avanzadas y aparecen primero, debido a los problemas cognitivos, necesidades de supervisión, y de progresiva ayuda directa, para llevar a cabo las tareas.

Tratamiento y cuidados en ambas enfermedades

SEMEJANZA: Ambos pacientes sufren falta de autonomía, la cual se agrava con el tiempo, por lo que en muchos casos se produce el síndrome del cuidador, una dependencia total hacia aquella persona que se hace cargo del día a día. La medicación no cura la enfermedad, sino que reduce sus efectos.

DIFERENCIA: En el tratamiento de Párkinson, la levodopa juega un papel fundamental como medicamento, así como las terapias no farmacológicas de fisioterapeutas, psicólogos, logopedas y otros profesionales. En el caso del alzheimer, destaca la presencia del psicólogo y el logopeda, y hay un mayor número de medicamentos que se usan de igual manera, sin destacar uno sobre otro.

Aunque sean diferentes, son igual de importantes

Ambas enfermedades son neurodegenerativas y afectan negativamente al paciente y a su entorno. Son igual de importantes y se necesitan personas especializadas para sus cuidados.

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