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El juego en el Jardín de infancia – Pedagogía Waldorf

El juego en el Jardín de infancia – Pedagogía Waldorf

El juego en el Jardín de infancia – Pedagogía Waldorf. Analizar la concepción del juego dentro del modelo educativo Waldorf a través de sus características propias, ayudará a acercarnos a un tipo de propuesta que nos servirá de referencia para la puesta en práctica de este modelo.

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Las características principales que definen el juego en la pedagogía Waldorf son:

  • Proporciona el tiempo y el espacio para la consolidación de una serie de hitos evolutivos claves en la pedagogía Waldorf.
  • Está estrechamente vinculado con la naturaleza imitativa del niño.
  • Como actividad de expansión se ubica en momentos que favorecen la respiración del niño.
  • Los objetos que se utilizan están hechos con materiales naturales y poseen una gran versatilidad.
  • Excluye por definición elementos intelectuales de sus objetivos.
  • Y, por último, está estrechamente vinculado con el desarrollo espiritual tan característico de la propuesta educativa antroposófica.

Todo acercamiento teórico al juego dentro de la pedagogía Waldorf debe partir de la consideración que la antroposofía hace de las especificidades propias de la maduración del niño en el primer septenio. En este sentido, el papel relevante que se otorga al jardín de infancia parte, según palabras del propio Steiner:

«La condición humana del niño en sus primeros siete años es radicalmente distinta de la de la vida posterior».

La importancia de estos primeros años radica en que el niño alcanza en este tiempo tres hitos evolutivos: andar, hablar y pensar. Hitos inigualables en relevancia a cualquier otro del desarrollo posterior de todo ser humano.

  • Andar: es la base para la consecución del equilibrio espacial necesario en relación con el mundo físico. Como producto de esta acción en la que interviene todo el organismo motor, a su vez, nace el habla, lo que es interpretado por la antroposofía como la traducción de los movimientos externos en movimientos internos que generan el lenguaje.
  • Hablar y pensar: el habla trasciende el simple nombrar cosas, siendo entonces cuando el niño empieza a formar frases y aparecen los primeros rudimentos del pensamiento. Y es precisamente esta perspectiva teórica de la evolución madurativa la que otorga una relevancia destacada al juego libre. Pues el juego es un elemento clave que favorece tanto la maduración como el desarrollo sensorio-motor que el niño ha de conquistar durante los primeros siete años de su vida.
  • Imitación del niño por naturaleza. Para comprender la importancia que la pedagogía Waldorf otorga a la naturaleza imitativa del niño en su concepción teórica del juego, una premisa básica del primer septenio detectada por Steiner es que: «La actividad desarrollada por los niños en el jardín de infancia debería consistir única y exclusivamente en la imagen externa de lo que las personas mayores hacen». De esta manera, en un día cualquiera de un jardín de infancia Waldorf se puede observar cómo los maestros siempre están desarrollando una actividad en presencia de los niños. El objetivo, en última instancia, es imitar las acciones que corresponden a la figura materna y paterna en el hogar familiar. Este papel destacado que posee la naturaleza imitativa del niño en la actividad lúdica es precisamente la copia de lo que llevan a cabo los adultos, enriquecida, a su vez, con la imaginación de los niños, la que se integra intencionalmente en el juego. Baste mencionar que para la antroposofía dicha actividad tiene una influencia directa en el desarrollo físico de los niños en este primer septenio. Según menciona el propio Steiner, con esta acción imaginativa llevada a cabo en el juego se posibilita «una movilidad interior en los órganos, movilidad que determinará su forma correcta».

La respiración, momento de expansión.

El papel crucial que el concepto de respiración posee en la estructuración de la jornada escolar del jardín de infancia Waldorf, donde el juego encuentra su lugar y su momento de expansión.

Así, algo característico del juego en un jardín de infancia Waldorf es que los niños juegan libremente alternando el aula con otros espacios como el arenero, el jardín, los columpios y otro tipo de estructuras y elementos de recreo habilitados para este nivel educativo. De este modo, como actividad de expansión, se da inicio al juego estratégicamente en determinados momentos del día para ofrecer dicho tiempo de respiración.

 Lo cual es fundamental para alcanzar un equilibrio con momentos de mayor concentración o inspiración.

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